El videoclub de mi barrio, el Ávila
Se que la noticia no es que un videoclub vaya a cerrar, si no que aún siga abierto y que atrás quedaron los tiempos en los que había uno en cada manzana. Pero es que el que va a cerrar, es el de mi barrio, el videoclub Ávila, el de Juan, el que lleva unos 25 años abierto, el que me ha acompañado toda mi vida. Tengo tantos recuerdos, que lo menos que podía hacer era escribir éste post contando algunos.
Cuando grandes torres como Blockbuster cayeron, el Avila seguía en pie. Aunque hace años cambió a Boom Video, para mi y para muchos, siempre ha sido y será el Videoclub Ávila.
Hoy sus cristaleras aparecen empapeladas con ofertas de liquidación en juegos y películas, se presiente lo peor pero ¿cuando será el triste desenlace? Pues no lo se y no he tenido el valor, ni he visto el momento oportuno de preguntarlo. Y me diréis ¿entonces como sabes que va a cerrar? Porque ha puesto precio a todo.
Este fue el primero que abrió Juan y al principio lo atendía el y sus hijos en un local mas pequeño que el actual. Lo fue agrandando y cuando empezó la moda del cajero, lo incorporó también. Fue mas adelante cuando las cosas les marcharon bien, cuando abrieron otros y se fueron repartiendo entre ellos. Desde hace unos años, ya costaba cruzarte con Juan y lo llevaban sólo sus empleados. Por aquí han pasado muchos, en especial mujeres, pero las actuales Maria Jesús y María, creo que son las que mas han aguantado.
Recuerdo el venir de vacaciones con el dinero de los abuelos, mirar la hora y si podíamos mi hermano y yo, nos acercábamos sin perder ni un segundo a pulirlo comprando algun juego de Gameboy, Master System II o Megadrive. Siendo niños, comprabamos con suerte algun juego en verano, Navidades o cumpleaños, muy distinto a la época actual.
A veces añoro ésa época en la que te ilusionabas con cada juego y lo pulías, saboreabas cada instante como si fuera el último. Esas tardes de bocata de Nocilla y tele en B/N, esas sensaciones no volverán y son distintas a las que experimento hoy en dia con el mando de mi 360/PS3 frente a mi TV LED.
También me viene a la mente, cuando en la comunión de mi hermano mediano, decidimos que íbamos a comprar nuestro primer VHS. Pues en el Avila yo compré la película de Terminator 2 ¡sin aún tener el video! Por esa época ya se empezaba a vislumbrar que iba a ser un ansias 😉
Otro anécdota es cuando mi madre compró allí la Sega Master System II en un pack con Aladdin para la comunión de un primo. Aprovechando que aún no estaba envuelta y que ése juego no lo habíamos probado, abrimos la caja con sumo cuidado y nos pegamos unos vicios a escondidas, nos supo a gloria. Lo dejamos todo como estaba y nadie se enteró de lo sucedido, no recuerdo si alguna vez se lo llegamos a comentar a mi madre.
Nuestra MSII tambien la había recogido mi madre en el Ávila, previo encargo a los Reyes Magos. Que tardes pasamos con ella y como alucinabamos con que el Alex Kidd in Miracle World estuviera grabado en memoria, no creíamos que pudieramos ver nada mas novedoso en videojuegos que esa idea genial. Que gran juego el Alex Kidd, con esas batallas contra jefes finales al piedra, papel o tijera. Fue mi segunda consola, despues de Atari 2600 y antes de la Gameboy y le guardo un cariño especial. Aun hoy día, a veces la conecto y disfruto igual que en esa época.
Recuerdo de tener días antes, grandes lanzamientos como el PES de turno o los nuevos GTA. Si ahora no se respetan las fechas aun cuando hay sanciones, imaginar antes que nadie miraba eso y menos en un videoclub de barrio.
Aqui tambien me hice con el Super Pang Colection de PlayStation, el cual considero una de las joyas de mi colección y que Juan marcó como el único fuera de la liquidación de 6€ de hace años, simplemente no estaba a la venta. Me lo vendió a mi por ser conocido por 30€ y yo contento de hacerme con el, no lo he visto nunca a la venta en ningun sitio y aunque haya salido en PSP dentro de un recopilatorio, éste encabeza mi colección. Algún día terminaré el inventario y haré ese post que hace tiempo os llevo prometiendo.
Cuando eres un chaval, el poder alquilarte un juego durante 3 días por 3€ de ahora, te da la vida. La verdad es que el Ávila siempre ha sido un estupendo videoclub con muchos títulos tanto de cine como de videojuegos y yo tengo la suerte de tenerlo a unos metros de casa. Todos sabemos que la sociedad ha cambiado, internet está en casi todas las casas y el público reclama otro tipo de negocio. Que sí, que hay mucha piratería, pero tampoco hay una alternativa de pago que no sea una desfachatez. En enero llegará Netflix y habrá que ver si nos equiparan a lo que ofrecen en EEUU o nos quieren sablear ofreciendo un servicio pobre de contenidos. Yo soy el primero que me bajo películas, videojuegos no, pero también sigo comprando, me salto el alquiler simplemente. En juegos me pasa igual, los juegos que me parecen buenos me los compro, ya sea aquí o en UK y los que no, ni los alquilo. He gastado mucho en éste videoclub, pero ahora la idea de bajar, ver una película que me gusta y que esté alquilada una y otra vez, me desmotiva.
Has amenizado mis tardes de cine primero en VHS, luego en DVD y ahora en Bluray y has saciado mis ansias jugonas desde la época de la master system II/Gameboy hasta el presente. Gracias Juan y espero que te vaya todo bien. Me hubiera gustado trabajar en el Ávila, aunque nunca lo intenté también es verdad.
Espero que os haya gustado y no dudéis en contarme vuestras anécdotas en los comentarios. Tengo que reconocer que me he emocionado recordando todo ésto y espero haber sabido transmitirlo.
ACTUALIZACIÓN 14/11/2011:
Cuando escribí este artículo no había nada oficial y todo eran suposiciones mías, pero ya en el mes de octubre se confirmaron los presagios, cerraría a finales de mes. Juan se jubila y sus hijos no se quieren hacer cargo, viendo como está la situación. Desde primeros de noviembre, el videoclub se encuentra cerrado y en proceso de vaciar del género no vendido. Más de 20 años en mi barrio, adiós a un negocio familiar que tan buenas tardes nos dio con sus películas y videojuegos. Sabemos que era algo inevitable y que internet enterraría a los videoclubs, el avance se cobra siempre sus víctimas.
Os dejo con una situación vivida hace unos días y que conté en mi Twitter personal y fué cuando Juan, dueño del videoclub, se encontró en las inmediaciones del local con un vecino que le dijo:
– ¿No te da pena cerrar después de tantos años? A mi sí.
– A mi ninguna, si no os la da a vosotros! ¿Sabes lo que son días enteros sin que entre nadie?
Yo pasaba por allí y lo escuché. Creo que ante eso no se puede rebatir nada, la conversación se cierra por completo. Yo me he gastado mucho dinero ahí, pero reconozco que llevaba bastante tiempo sin entrar. Y no, no porque lo piratee todo. No soy un santo, pero videojuegos los compro originales y películas/series compro bastante también aunque no todo lo que veo, sólo lo mejor. Soy de la opinión de que hay que hay que mantener una justa medida y no se puede tener todo gratis. No olvidemos que esto es ocio y no un bien de primera necesidad.
Con esto se cierra este post y una etapa. Los recuerdos allí vividos quedarán en nuestra memoria para siempre.
Es una pena ver como mitos de la infancia caen y mas si han sobrevivido a tantos envites…pero llega un momento donde o alguien sustituye al capitan del barco o…el barco se hunde. Puede q sea esta ultima pero bueno, desde luego siempre te quedaran los recuerdos, los juegos y momentos q ahi dejaste
Qué pena da cuando un negocio de toda la vida que tantas alegrías nos proporcionó cierra sus puertas. Sentí algo parecido cuando cerraron la tienda de electrodomésticos donde mi padre me compró mi primer MSX2 allá por 1988.El cierre de la tienda de fotografía de mi barrio donde a veces compraba cintas para mi MSX también me fastidió y mucho.
Renovarse o morir, a los negocios no les queda otra para poder sobrevivir en estos tiempos que corren.
Buen artículo, Javier.
Cuantas tiendas de barrio como estas estan cerrando por culpa de los cc.que recuerdos tendran nuestros hijos? En fin,que comprendo tus sentimientos
Un artículo muy emotivo. Creo que todos hemos vivido algo así en algún momento de nuestra vida.
El problema es que un negocio como un videoclub ahora mismo no tienen ningún futuro.